👷‍♂️ Detrás del volante: un día con uno de nuestros operadores de grúa

No todos los días son iguales.
Pero todos tienen algo en común:
Cuando tú todavía estás planificando tu obra…
nosotros ya estamos en camino.

⏰ 06:00 – El primer vistazo

Suena el despertador.
Un café rápido. Un repaso mental a la jornada.
Hoy tengo tres maniobras:

• Una piscina en Las Rozas
• Una estructura metálica en Madrid
• Y una caseta prefabricada que entra justa, muy justa.

Reviso el parte técnico.
Mi camión está en orden, todo verificado desde anoche.
Salgo.

🎯 Mientras otros aún están imprimiendo planos… yo ya estoy en ruta.

🛠️ 07:10 – La revisión técnica (aunque todo esté bien)

Llego al primer punto 45 minutos antes.
Reviso de nuevo la presión del sistema, los puntos de anclaje, el ángulo de trabajo.

No es por manía.
Es por experiencia.

Una vez, hace años, encontré una vibración extraña en una válvula.
Esa válvula no falló…
pero saber que la revisé me dejó operar con cero dudas.

🏗️ 08:00 – Maniobra #1: la piscina entre muros

El cliente está tenso.
La calle es estrecha.
La piscina roza los muros por 5 centímetros.
Una sola inclinación mal y toca fachada.

Le sonrío. “Vamos a hacerlo bien.”

Pluma extendida.
Comunicación clara.
Silencio absoluto.
La piscina entra. Milimétrica. Perfecta.

✅ Aplausos discretos. El cliente respira.
Yo ya estoy pensando en la siguiente.

🏙️ 10:20 – Maniobra #2: estructura metálica en altura

Segundo punto del día. Edificio en reforma.
Subimos una estructura metálica por encima de la tercera planta.

El encargado me dice:

“Con el proveedor anterior tuvimos que repetir la maniobra. No alcanzaba.”

Le muestro el plano de radio de alcance que preparamos ayer.
Me mira, sorprendido:

“No sabía que hacíais esto.”

Sonrío. “Siempre.”

🎯 Porque la grúa no se opera desde el camión.
Se opera desde la planificación.

🧱 13:15 – Maniobra #3: caseta en patio estrecho

Tercera y última.
Parece fácil, pero no hay margen.
Ni para girar. Ni para recolocar.

El cliente ya había contratado a otro proveedor… que no pudo hacerlo.
“No pasaba por la puerta”, dijo.
Pero no midió bien.

Yo sí.

Replanteo la maniobra. Ajustamos posición.
Le damos la vuelta a la caseta en aire. La dejamos perfecta.

✅ “Sois otra cosa”, me dice.
Y eso me basta.

🌇 16:00 – De vuelta al parque

Revisión final. Parte cerrado.
Camión limpio, motor frío.
Me tomo 10 minutos en silencio.

No ha sido un día perfecto.
Pero ha sido un día sin errores.
Y eso, en mi trabajo, es lo máximo.

Porque lo que movemos no son solo cargas.
Es la confianza de cada cliente que cree en nosotros.

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